Dormir bien no solo es vital para el cuerpo y la mente, sino también para la salud auditiva. Sin embargo, muchas personas viven en entornos donde el ruido nocturno es constante: tráfico, vecinos, electrodomésticos o incluso ronquidos. Estos ruidos ambientales durante la noche no solo afectan la calidad del sueño, sino que también pueden tener un impacto directo en la salud del oído a largo plazo.